Por: Juan Fernando González G.
En los últimos 50 años las enfermedades ligadas al ámbito laboral han cobrado mayor notoriedad, entre ellas el síndrome de fatiga crónica, el síndrome de acoso (que se produce cuando una persona es sometida a una fuerte presión psicológica para que renuncie a su empleo) o el síndrome de desgaste profesional (Burnout), característico de individuos con extremo agotamiento físico y mental, bajo rendimiento laboral y pérdida de interés hacia el trabajo.
En 1970, aproximadamente, se empezó a hablar del Síndrome de Burnout, un trastorno psicológico que hace que una persona sea incapaz de enfrentar el estrés que le genera su trabajo. Hoy se sabe, sin lugar a dudas, que la mayoría de los que experimentan esta condición ponen todo su empeño y concentración para cumplir con una o varias tareas encomendadas, pero, al final, hagan lo que hagan, se ven envueltos en un torbellino de desesperanza, sienten que han fracasado y que “nada es suficiente para quedar bien”. Dicha situación, al cabo de cierto tiempo, hará que el individuo se hunda en un estado de agotamiento extremo, ansiedad y depresión.
Burnout y pandemia, muy malas compañías
Ante la emergencia sanitaria que vive el mundo desde el mes de enero de 2020, empresas de todo tipo establecieron el trabajo desde casa como una forma de proteger a sus empleados de posibles contagios y continuar con sus operaciones.
La encuesta Home Office, elaborada por OCC Mundial y la Asociación de Internet.mx. en el primer semestre del año 2020, concluyó que el 85% de los trabajadores se siente a gusto con el trabajo a distancia, aunque 70% de las personas consideró que trabaja más bajo dicha modalidad. La investigación señaló, asimismo, que la percepción de carga laboral es alta ya que la mitad de los trabajadores aceptó que invierte entre cinco y ocho horas diarias para desempeñar sus tareas desde casa, pero cuatro de cada 10 empleados le dedica entre nueve y 12 horas.
A ello, habría que agregar que los trabajadores resienten el cansancio de permanecer mucho tiempo en el mismo lugar, así como la desconfianza de sus superiores, la falta de interacción con otras personas y la presencia de diversos distractores. De acuerdo con el citado estudio, el grupo que más ha resentido el incremento en la carga de trabajo son las mujeres, específicamente las que tienen entre 30 y 39 años y viven en la región del centro de México.
Comportamiento adaptativo
Ante las circunstancias en las que nos encontramos, los especialistas en psicología recomiendan, primero que nada, aceptar que el confinamiento y las medidas de cuidado van a prolongarse unos meses más, a pesar de que los planes de vacunación avanzan en todo el mundo y de que ya se avizora la luz al final del túnel.
Mucha gente seguirá trabajando en su domicilio, por lo que es recomendable que adoptemos “un comportamiento adaptativo que nos ayude a manejar el estrés y prevenir la depresión en casa, afirmó Juan José Sánchez Sosa, profesor emérito de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante el primer conversatorio virtual Depresión en Tiempos de Pandemia.
Adicionalmente, hay que considerar que la crisis económica se ha desarrollado a la par que la sanitaria, de allí que sean muchos los que han perdido su empleo o se encuentran “en la tablita”, lo que genera un desasosiego difícil de controlar. Hay otros que han tenido que aceptar la disminución de su salario, lo que mina no solamente el tamaño de su despensa, sino el de su autoestima. Por si fuera poco, la carga de trabajo aumenta de manera incesante; de allí que el Síndrome Burnout se haya instalado ya en la vida cotidiana de cientos de miles de personas.
Efectos de la pandemia
Los expertos en la conducta humana explican que la pandemia ha generado mucho miedo ante el riesgo de dar positivo a la covid-19; la inquietud crece, por supuesto, cuando nos enteramos que alguno de nuestros conocidos o familiares ha contraído la enfermedad y, claro está, la situación empeora si somos notificados de la muerte de un ser querido.
De acuerdo con especialistas de la UNAM, las reacciones emocionales generadas por la pandemia y el estrés laboral son las siguientes:
La Naturaleza, de tu lado
Desde hace mucho se ha observado que el Kalium phosphoricum es un mineral sumamente benéfico para el sistema nervioso, y determinante para que los músculos funcionen adecuadamente. Empleado homeopáticamente colabora, además, con la regulación del sueño, el cansancio extremo, la irritabilidad y la debilidad, síntomas inequívocos del Síndrome Burnout.
Los médicos homeópatas encuentran en el Kalium phosphoricum, la llamada “la sal de los nervios”, una gran herramienta para tratar la falta de concentración, el desinterés y la carencia de ánimo, es decir, signos claros de cierto grado de depresión.
Algunas sustancias más, como la Passiflora, la Ignatia y la Valeriana, tratadas homeopáticamente, son excelentes complementos para alcanzar un estado de bienestar y relajación que nos hará más productivos, pero, sobre todo, más felices.
Referencias
Gaceta UNAM. https://www.gaceta.unam.mx/el-comportamiento-adaptativo-ayuda-para-manejar-el-estres/.
Revista Anales Médicos. Centro Médico ABC. https://www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2018/bc184b.pdf.
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