Por: Juan Fernando González G.
Poca gente sabe de la existencia de San Fiacro, el primer hijo del rey de Escocia (año 670), una especie de sacerdote que ayudó a cientos de personas a superar diversas afecciones anorrectales, sobre todo las relacionadas con las hemorroides. Tal parece que el secreto para aliviar este doloroso padecimiento eran las legumbres que, convertidas en caldos y potajes, se ofrecía a la gente que llegaba al pequeño hospital que había construido el religioso.
El tema de las también llamadas almorranas es uno de esos que despiertan el pudor y que le suceden al “primo de un amigo”. Sin embargo, cada vez es más frecuente debido, entre otras cosas, a malos hábitos nutricionales que generan que haya estreñimiento, condición en la que las heces son duras, secas y difíciles de expulsar. Se considera que una persona con estreñimiento es aquella que tiene menos de tres evacuaciones durante una semana.
Soluciones a la vista
No hay mucha información estadística al respecto, pero se calcula que las hemorroides impactan al cinco por ciento de la población mexicana (6.5 millones de individuos). Se sabe que son raras antes de los 20 años de edad, y que su frecuencia aumenta con el paso del tiempo; se estima que más de la mitad de las personas mayores de 50 años se verán afectados por esta dolorosa circunstancia en algún momento de su vida.
Los especialistas han establecido diversos factores de riesgo que pueden predisponer la presencia de hemorroides: la herencia, el embarazo, la obesidad, la vida sedentaria (que implica poco o nulo ejercicio), el estreñimiento y una dieta pobre en fibra. A continuación, algunas recomendaciones que pueden ayudar a superar esta condición:
Obviamente, siempre será conveniente visitar a un especialista. Si usted elige consultar a un médico homeópata, entonces la revisión clínica regular se verá complementada con la pesquisa de sus síntomas mentales y emocionales, toda vez que un paciente aprehensivo, con estrés o con signos de depresión, así como aquel que no sepa manejar su soledad, que sea agresivo o que tenga mal humor, será más propenso a padecer este trastorno.
Una buena opción, por supuesto, son los medicamentos homeopáticos de venta libre que contienen Hamamelis, Aesculus y Collinsonia, sustancias que favorecen la circulación sanguínea, que disminuyen el dolor de la zona anal y que, incluso, pueden ayudar a resolver ciertos problemas de estreñimiento.
Referencias
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