Por: Juan Fernando González G.
La diabetes se conoce desde antes del inicio de la era cristiana, y tal parece que una de las referencias más lejanas corresponde a un manuscrito descubierto en Egipto (siglo XV a.C.) en el que se describen los síntomas característicos de la enfermedad.
Los médicos griegos de la antigüedad, considerados los padres de la Medicina, definieron a la diabetes como una “enfermedad fría y húmeda en la que la carne y los músculos se funden para convertirse en orina”. De hecho, el término diabetes, que en griego significa sifón, describe con precisión una de las señales más claras de este trastorno metabólico: la exagerada emisión de orina.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que Tomás Willis, un experto en anatomía, hiciera una descripción precisa de la enfermedad (en 1679). A este investigador se debe el nombre de diabetes mellitus, debido al sabor dulce de la orina (sabor a miel) característico del trastorno.
Presente y futuro
La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud 2018 (ENSANUT) señala que el 10.3 por ciento de la población mexicana mayor de 20 años (8.6 millones de personas) están diagnosticadas con diabetes, un aumento considerable en relación con el año 2012, cuando había 6.4 millones de enfermos.
A continuación, algunos datos para la reflexión:
La solución, en nuestras manos
Como bien se sabe, hay factores de riesgo que pueden desencadenar un desequilibrio generalizado en nuestro organismo. En el caso de México, es muy frecuente que los pacientes diabéticos cursen también con hipertensión, obesidad y altos niveles de colesterol y triglicéridos, una peligrosa combinación que se conoce como síndrome metabólico.
Si usted se percata de que se encuentra en la antesala de la enfermedad (la prediabetes), no se altere, toda vez que ello no quiere decir que está condenado a sufrir de este mal. Eso sí, se tratará de una invitación para adoptar un régimen alimenticio saludable y una rutina de ejercicio cotidiana, medidas que han demostrado ser sumamente eficientes para disminuir los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo.
Por su parte, quien ha sido diagnosticado con diabetes tendrá que comprender que podrá vivir muchos años, y vivir bien, si cumple disciplinadamente con el tratamiento médico que se le prescriba. En la actualidad, afortunadamente, hay muchas herramientas para “mantener a raya” a la enfermedad, entre otras algunas sustancias de origen natural contenidas en diversos medicamentos homeopáticos que han demostrado su eficacia para regular los niveles de la glucosa en la sangre.
Referencias:
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