Por: Juan Fernando González G. 

El surgimiento de los dientes en los niños trae consigo algunas molestias que pueden aminorarse si se obtiene información de fuentes confiables y se dejan de lado soluciones caseras que, eventualmente, podrían ser contraproducentes.

La primera recomendación para los padres, sobre todo si son “primerizos”, es que identifiquen los síntomas clásicos asociados a la dentición:

• Babeo excesivo.
• Deseo de masticar objetos.
• Irritabilidad o mal humor.
• Dolor o sensibilidad en las encías.
• Ligero aumento de la temperatura, pero sin fiebre.

La primera etapa de la dentición humana comienza en el feto mismo, a las seis semanas de edad, cuando la sustancia básica de las piezas dentales se encuentra en formación. Un poco más adelante, cuando han transcurrido entre tres y cuatro meses de gestación, se crea el tejido duro que rodea a los dientes. 

A los seis meses de vida empiezan a emerger las primeras piezas dentales, en un avance paulatino que concluye cuando el niño está cerca de cumplir los tres años de edad. El proceso es el siguiente:

• Incisivos inferiores: entre los 5 y los 12 meses.
• Incisivos superiores: entre los 7 y los 10 meses.
• Laterales superiores e inferiores: entre los 9 y los 12 meses.
• Primeros molares superiores e inferiores: entre los 12 y los 18 meses.
• Caninos superiores e inferiores: entre los 18 y los 24 meses.
• Segundos molares inferiores y superiores: entre los 24 y los 30 meses.

Que hablen los expertos

La Asociación Dental Mexicana recomienda que, en el momento que aparezca el primer diente del bebé, se visite al odontólogo para que se haga una valoración del estado de salud de las encías. El especialista enseñará a los padres a limpiar correctamente la boca del infante y advertirá de los problemas más comunes en esta etapa.

Mientras eso sucede, es recomendable mantener la higiene bucal del recién nacido, sobre todo la zona de las encías, con la ayuda de una gasa o paño suave (limpio y humedecido) en agua previamente hervida o desinfectada. Esta limpieza es importante para evitar la acumulación de restos de comida y bacterias en la boca del pequeño.

Algunas recomendaciones más:

• En los niños menores de 3 años, se deberán cepillar suavemente los dientes desde el momento en que sean visibles, para lo cual hay que utilizar un cepillo de tamaño infantil y una cantidad de pasta dental, también infantil, no mayor a un grano de arroz. 
• El cepillado se debe realizar por la mañana y por la noche. 
• No se debe agregar azúcar o miel a los líquidos (los refrescos están prohibidos), para evitar las caries.

Soluciones

La industria farmacéutica ha desarrollado algunos analgésicos en forma de geles que aminoran las molestias en las encías, pero este tipo de productos deben utilizarse moderadamente ya que pueden adormecer la garganta. Otro remedio que ha probado su eficacia al paso de los años consiste en aplicar presión sobre las encías de su bebé, de allí la popularidad de las “mordederas”. Los bebés sienten alivio si estos utensilios están fríos, no congelados.

La Homeopatía, por su parte, ofrece auxiliares para el tratamiento y la disminución de la inflamación, comezón y molestias derivadas de la dentición infantil, con la ventaja de que sus componentes son naturales y no producen ningún tipo de reacción secundaria en los bebés. 

Es el caso de la Belladonna, la Calcarea carbonica y la Chamomilla, cuya eficacia está ampliamente documentada en escritos médicos científicos y que, con mucha frecuencia, son la primera opción para el tratamiento de los síntomas escritos. 

Referencias

• Guía para el Cuidado de la Salud (niñas y niños de 0 a 9 años). Instituto Mexicano del Seguro Social.
• Asociación Dental Mexicana.
• Clínica Mayo. www.mayoclinic.org/es-es
• HealthyChildren.org.
• Guíainfantil.com.
• Puig Capote, Elizabeth et al. La terapia homeopática y su aplicación en la Estomatología. AMC [online]. 2009, vol.13, n.1.