¿Te ha llegado a pasar que hay olores que te recuerdan a lugares o personas?
El olfato es el sentido que más desarrollado tenemos de los 5 y puede distinguir de entre miles de olores diferentes.
Sin embargo, muchas veces pasamos desapercibido su poder hasta que nos enfrentamos a la difícil situación en la cual la comida no sabe a nada y se nos dificulta respirar por causas como alergias, resfriados o gripa.
Su funcionamiento requiere 4 elementos: las partículas de olor, las células receptoras del olfato, los bulbos olfatorios y el cerebro. Todo comienza con un aroma, sus partículas viajan a nuestra nariz y las células receptoras identifican si se trata de una suculenta pizza o de la bolsa apestosa de basura. Estas células transmiten ese mensaje a los bulbos olfatorios y éstos se encargan de mandar señales al cerebro acerca de la situación. Finalmente, el cerebro busca en sus rincones y puede recordar que el olor de la pizza es similar al que olfateaste en ese restaurante nuevo que te recomendaron, o incluso “dar la orden” de que es tiempo de sacar la basura.
Poniéndolo en términos simples, el olfato sería nuestra máquina para viajar en el tiempo, por las memorias y emociones a las que nos evoca.
Si bien es cierto que el día a día y situaciones que están fuera de nuestro control (como la presente pandemia) provocan estrés y ansiedad, existen alternativas para lidiar y despejar la mente de estos problemas.
La aromaterapia se basa en el empleo de aceites esenciales de plantas o elementos naturales para promover el bienestar físico y psicológico, lo cual tiene mucho sentido pues como vimos anteriormente el olfato se conecta directamente con nuestro cerebro.
En general hay olores que pueden brindar tranquilidad y calma al ser inhalados, como la lavanda y jazmín. Otros se asocian a enfocar la concentración como el aceite de limón.
Es por esto que te invitamos a dedicarte unos minutos para ti, para despejarte de las malas noticias que abundan estos días. O si eres de aquellas personas que tiene el tiempo medido, puedes probar con aceites esenciales que se colocan en la piel o en difusor para respirar el aroma y brindarte la calma que necesitas.
Referencias:
Neuro RHB. (2016). El sentido del olfato y las emociones. Recuperado de: https://neurorhb.com/blog-dano-cerebral/el-sentido-del-olfato-y-las-emociones/
Rodriguez-Gil, G. (2010). The Sense of Smell: A Powerful Sense. Recuperado de: http://www.tsbvi.edu/seehear/summer05/smell-span.htm
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