Hay muchas más formas de controlar tu estrés de lo que te imaginas. La mayoría de tus opciones implican fortalecer tus capacidades internas.
- Reajuste de perspectiva: Es una actividad mental que implica observar un factor estresante o una situación negativa y explicarlo (realista y honestamente) de una manera positiva o neutral.
- Mejora tu planificación: El estrés puede ser manejado a través de la planificación. Comienza a hacer listas diarias, usa planificadores y toma acción organizando sus actividades semanales.
- Métodos de relajación: Usa herramientas de relajación como la relajación muscular progresiva, respiración profunda e inclusive, la hipnosis clínica.
- Afirma tus valores: estudios de investigación han demostrado que aquellos que piensan acerca de sus valores más altos antes de un evento estresante en realidad experimentan menos estrés y muestran una disminución sustancial de la hormona del estrés, cortisona, en comparación con los grupos de control.
- Aprovecha tus fortalezas: Muchos estudios, a través de varias culturas, demuestran que usar una fortaleza de una nueva manera conduce a una mayor felicidad y menos angustia.
- Perdona: La fuerza del perdón ha demostrado tener un poderoso efecto de amortiguamiento sobre el estrés. Aquellos que son altamente perdonadores de sí mismos y de los demás tienen una posibilidad mucho menor de desarrollar una enfermedad mental. Sin el perdón, experimentamos el estrés de una manera más cruda y no bloqueada.
- Practica la atención plena: Existe una impresionante cantidad de investigación mostrando que la atención plena, es decir, el prestar atención al momento presente, con los pensamientos, emociones, sensaciones corporales y el ambiente que lo forman, ayuda con el manejo del estrés, de muchas maneras.
- Expresa gratitud: La práctica de contar tus bendiciones diarias tiene un gran impacto sobre el estrés. Los estudios han demostrado que es útil mantenerse al día con la gratitud cuando uno se enfrenta a emociones preocupantes.
- Usa la autoafirmación positiva o escribe sobre algo que disfrutes (pero no ambos): Aquellos con baja autoestima se sentían mejor cuando escribían sobre una actividad que disfrutaban realizar pero no cuando escribían autoafirmaciones positivas. Lo contrario es cierto para aquellos con alta autoestima. Estos individuos se sintieron mejor cuando escribieron autoafirmaciones positivas pero no cuando escribieron acerca de una actividad que disfrutan.
Adaptado de: https://www.psychologytoday.com/blog/what-matters-most/201701/10-new-strategies-stress-management
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